En línea a aportar guías de actuación que estén ancladas en el saber científico para afrontar más eficazmente las circunstancias tan excepcionales que estamos viviendo por el COVID-19, los autores Ángel Alonso, Adrián Barbero y Bárbara Gil-Luciano han publicado un artículo centrado en la conducta infantil y la convivencia familiar desde la óptica del análisis de conducta y ACT.
La situación de confinamiento vinculada a la pandemia del COVID-19 ha supuesto un reto mundial en múltiples ámbitos, requiriéndose más que nunca de la creatividad y precisión de los expertos. Las casuísticas que han surgido – y que, muy posiblemente, continúen surgiendo durante un largo tiempo- son en muchos casos novedosas y requieren más que nunca de soluciones eficaces. Concretamente, en el contexto de la convivencia familiar, y más específicamente, en la gestión de la conducta de los niños en tales circunstancias, dicha situación no tiene apenas un reflejo o comparación previa en nuestra era, sobre todo por el cariz tan global de las medidas impuestas (prácticamente todos los países han marcado un periodo de cuarentena total o parcial con numerosas restricciones, como el cierre de colegios).
El artículo “Consideraciones sobre conducta infantil y confinamiento en la crisis por COVID-19 desde la perspectiva funcional del Análisis Conductual y ACT”, publicado en la revista International Journal of Psychology and Psychological Therapy, aporta, en relación a la situación sobrevenida, un punto de vista con raíces en evidencias científicamente contrastadas. Más concretamente, en él se exponen y justifican un compendio de métodos y formas de organizar las tareas y de interaccionar en el seno familiar que hagan menos problemática, especialmente para los miembros más pequeños de cada familia, una situación tan limitante como la vivida durante los últimos meses.
El artículo explora desde cómo transmitir información sobre cambios inesperados que pueden conllevar malestar, ajustarse a nuevos hábitos, reaccionar a las emociones más eficazmente (flexibilidad psicológica en niños), estructurar los días, fomentar la conexión con otros niños y con otros miembros de la familia, hasta cómo conciliar el teletrabajo de los adultos -si éste fuere el caso- con la atención a los niños.